Este fin de semana se hizo del conocimiento público como la consultora Cambridge Analytica usó su plataforma para obtener datos de 50 millones de personas, que luego fueron utilizados para manipular sus decisiones y afectar las elecciones presidenciales de Estados Unidos a favor de Donald Trump. Lo que provocó que tan solo en 24 horas, el valor de Facebook cayera US$37.000 millones.

Todo comenzó con un inocente test de personalidad en la red social que derivó en acusaciones de robo de datos e interferencia política.

Aquí te vamos explicar de qué va este caso.

1.- Cambridge Analytica

Para los que no manejan bien el tema, Cambridge Analytica es una empresa Londinense que usa el análisis de datos como herramienta para desarrollar campañas de marcas y políticos que buscan «cambiar el comportamiento de la audiencia”.

La compañía que fue fundada en 2013, tiene una rama comercial y otra política, su presidente ejecutivo es el analista financiero Alexander Nix, que este martes fue suspendido por la junta directiva de la compañía que fundó.

La web de Cambridge Analytica afirma que lleva «más de 25 años» trabajado en más de 100 campañas políticas a lo largo de los cinco continentes. Describen como «decisivo» su trabajo en la campaña presidencial de Trump y de otros candidatos republicanos al Congreso de Estados Unidos.

2.- ¿Qué relación tiene con Facebook?

Aleksandr Kogan el científico de la Universidad de Cambridge responsable de la aplicación “this is your digital life”, trató con Facebook para instalar su herramienta en la red social en 2014. La idea original era hacer un análisis del comportamiento y dedicarlo a tareas académicas.

Kogan pagó de 2 a 5 dólares a los usuarios que estuvieron de acuerdo con revelar ciertos datos (y su información de FB) a través de una encuesta, con esto logró que 270.000 usuarios le dejaran conocer sus gustos y comportamientos. Como se trataba de fines supuestamente académicos, Facebook dio el visto bueno, ya que no interfería con sus políticas.

El problema como tal es que Kogan traspasó esos datos al grupo SCL y Cambridge Analytica, que estaban trabajando para desarrollar técnicas que pudieran ser usadas para influir en los votantes.

La verdad es que como todos sabemos, esta práctica es común entre las aplicaciones de Facebook, si bien cada persona otorga (o no) este permiso a través de las restricciones de seguridad que tiene en su cuenta; el problema es que estos usuarios nunca dieron permiso para que sus datos fueran utilizados con fines comerciales o políticos.

3.- ¿Qué tiene que ver Donald Trump?

Sin meternos demasiado en temas políticos, lo indispensable es saber que Donald Trump requirió los servicios de Cambridge Analytica en el 2016, y les pagó 6,2 millones de dólares, según datos de la Comisión Electoral Federal.

El tema aquí es que la herramienta fue utilizada para crear perfiles de votantes y «personalizar» los contenidos que se les hacían llegar a través de internet. Esto significa que pudieron influir en las decisiones de las personas, aún así la firma niega que haya utilizado los datos para la campaña de Trump y asegura que los borró cuando Facebook se lo indicó.

Ante todo esto el fundador y director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, publicó este miércoles una declaración en la que reconoce que la empresa cometió errores, asume la responsabilidad y explica los pasos siguientes para reforzar la seguridad y garantizar la privacidad de los usuarios.

Aunque parece un caso de espionaje y se habla mucho sobre el tema, al estar involucrado de forma indirecta, Facebook tendrá que afinar detalles y estar más pendiente sobre la seguridad de los datos de todos sus usuarios.